Sobre mi

Me llamo Susana Bartoli y soy osteópata. Desde mi infancia, me inspiré en mi padre, un apasionado del deporte, la terapia manual, la alimentación, y sobre todo, del bienestar integral. Esta influencia temprana despertó en mí una ferviente pasión y el deseo de formarme y evolucionar en este campo.

La osteopatía es un maravilloso camino de aprendizaje continuo a través de la práctica diaria. Llevo varios años dedicada a la terapia manual y la osteopatía, profesiones que me brindan una profunda felicidad. Mi objetivo principal es mejorar el bienestar diario de las personas, aliviando tensiones tanto físicas como emocionales. Me esfuerzo por ofrecer un tratamiento holístico, global y personalizado, perfectamente adaptado a las necesidades individuales de cada persona, pues en osteopatía no tratamos enfermedades, sino a personas, abordando aspectos musculoesqueléticos, viscerales, craneales, entre otros.

Dedico tiempo a escuchar y observar a mis pacientes, realizo exploraciones físicas detalladas y les proporciono asesoramiento. Nuestras conversaciones son el punto de partida para diseñar un tratamiento único, accesible a todos. Me apasiona especialmente el ámbito emocional y visceral de mi trabajo, ya que constituyen un pilar crucial tanto en la osteopatía como en la vida. Las emociones afectan nuestros órganos y vísceras, comprometiendo su funcionalidad. Las fascias pueden entrelazarse y bloquear el flujo intersticial normal. A través de la osteopatía, logro desenredar estos bloqueos y restablecer la funcionalidad, centrándome no solo en aliviar el dolor puntual, sino en encontrar y tratar la causa raíz del problema.

Una frase que adoro y que encapsula perfectamente esta filosofía es: “El cuerpo es un todo y así deberíamos tratarlo”.